La Guía de Buenas Prácticas, clave para el correcto trabajo en la actuación en los siniestros viales

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La Guía de Buenas Prácticas para la atención inmediata a las víctimas en siniestros viales busca optimizar la eficiencia y calidad en el rescate de víctimas de accidentes de tráfico, promoviendo la colaboración entre servicios de emergencia y el respeto a los derechos de las víctimas. La importancia de la guía de buenas prácticas para realizar un trabajo correcto, es una realidad ya que llevará a esclarecer todo lo ocurrido, además de proporcionar garantías y protección a las personas que sufren un accidente de tráfico, como también que recaiga el peso de la ley si así es requerido tras esclarecer los hechos ocurridos.

La guía establece que los servicios de bomberos tienen varias responsabilidades clave en la atención a víctimas de siniestros viales:

1.Control de Riesgos: Los bomberos son responsables de establecer distancias de seguridad para minimizar riesgos como explosiones, incendios o precipitaciones. También deben informar a los servicios sanitarios y policiales una vez superada la situación de riesgo.

2.Señalización y Regulación del Tráfico: En ausencia de agentes de tráfico, los bomberos deben señalizar el lugar del accidente y regular el tráfico para garantizar la seguridad.

3.Asistencia Básica Sanitaria: Proporcionan asistencia sanitaria básica a las víctimas hasta la llegada de los servicios médicos.

4.Estabilización y Rescate: Se encargan de la estabilización de vehículos y el rescate de personas atrapadas.

5.Colaboración: Colaboran en la retirada de obstáculos y en la limpieza del pavimento.

6.Informe Final: Deben elaborar un informe detallado de sus actuaciones, incluyendo la descripción del estado del vehículo a su llegada, las maniobras realizadas y cualquier alteración en el lugar del accidente.



Estas funciones son esenciales para garantizar una respuesta coordinada y eficaz en la atención a las víctimas de siniestros viales.

La misión principal es prestar el servicio y proporcionar a la víctima el Derecho a la Verdad, el Derecho a la justicia y el Derecho de reparación moral y económica.

El objetivo de la guía de buenas prácticas es ofrecer la mejor atención posible a las víctimas directas e indirectas, con una intervención rápida, segura y eficaz salvaguardando sus derechos
sobre ese eje, buscando y consiguiendo un consenso entre todos los profesionales intervinientes, partiendo del respeto a los distintos criterios técnicos de cada uno.


La coordinación de los bomberos con otros servicios de emergencia se realiza de la siguiente manera:

1.Servicio Dominante (SD): En cada momento, el servicio que lleva el peso del rescate se considera el «servicio dominante». Los bomberos actúan como SD en situaciones de riesgo añadido (explosión, incendio, etc.) y establecen distancias de seguridad necesarias.

2.Comunicación Fluida: Los mandos o responsables de cada servicio deben mantener una comunicación constante y fluida para dirigir conjuntamente el operativo. Las instrucciones se canalizan a través del mando de cada servicio para evitar conflictos.

3.Intervención en la Zona del Accidente:
•Área de Seguridad Vial y Regulación del Tráfico: Coordinan con la policía de tráfico para determinar la ubicación de los vehículos de emergencia y garantizar la ausencia de personas ajenas.
•Área de Control del Riesgo: Los bomberos establecen distancias de seguridad y comunican a los responsables sanitarios y policiales una vez superada la situación de riesgo.
•Área de Atención Sanitaria: Tras superar el riesgo, los bomberos colaboran con los servicios sanitarios en el rescate y atención de las víctimas.
4.Llegada de Bomberos sin Cobertura Policial:
•Detienen sus vehículos para señalizar el lugar del accidente.
•Mantienen los rotativos y luces encendidas.
•Asignan un miembro para alertar y señalizar el tráfico hasta la llegada de la policía.
5.Puesto de Mando Conjunto (PMC): En grandes catástrofes, se crea un PMC para coordinar a todos los servicios presentes. En siniestros menores, la coordinación puntual entre responsables actúa como dirección conjunta.

6.Ejecución del Plan de Actuación Coordinado: Cada servicio sigue sus propios protocolos técnicos/operativos en el orden y forma acordados.

7.Informe Final: Los bomberos elaboran un informe técnico detallado de sus actuaciones y lo entregan a la unidad policial responsable de la investigación.

La importancia de la recopilación de datos y elaboración: escribir un informe detallado o completar la toma de datos en la ficha de lo que ha ocurrido es la garantía del trabajo.

Existen aspectos comunes en cada siniestro, cada uno posee sus propias características que obligan a adaptar lo que incluye la guía al caso concreto, pero existen elementos que no deben alterarse en ningún caso: la creación de un puesto de mando conjunto (PMC), que tome medidas consensuadas y la referencia del servicio dominante (SD) sobre el que gira la correcta ejecución del plan de actuación. Durante la ejecución, se llevará a cabo un plan de actuación coordinado: cada servicio utilizará sus propios protocolos. Atender aspectos comunes como el aseguramiento de objetos y custodia de bienes, como por ejemplo, cuando el servicio de bomberos que se traslada al siniestro se encuentra dinero, arma, botella de alcohol, la palanca de cambio del coche en cuarta, etc. incluso declaraciones espontáneas de la víctima, es fundamental trasladar la información a la policía. Al igual que la información a terceros:
intervención de servicios complementarios como protección civil (que debe integrarse en el puesto de mando conjunto), gruista, etc.

Esta coordinación asegura una respuesta eficaz y segura en la atención a las víctimas de siniestros viales.

 

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